La Navidad viene de la Natividad, el recordatorio del nacimiento
del ser humano más importante y
trascendente para la humanidad, quien nos entregó el amor como la fuerza más
poderosa del Universo, el amor de Dios nuestro creador.
El amor da a la humanidad su sentido de comunidad y la
inspiración para la construcción de mundos nuevos, para crear y ensalzar la belleza
en cualquiera de sus manifestaciones: en el arte, la música, la poesía, la
arquitectura, y para la construcción de una sociedad en que se cultive el
perdón,que sea solidaria, respetuosa, amable y productiva.
Ese niño que vino a unir a todas las naciones, en un solo canto al creador y que hoy luego de
dos mil años sigue cautivándonos y sembrando en nuestros corazones la esperanza
en un mundo mejor y en la vida eterna con Dios.
En estas fechas les deseo que se rencuentren con todos los
que los rodean y recuerden con alegría a aquellos que yacen en el seno del
señor y que reciban todas las bendiciones que nos entregó ese niño Dios.
Les acompaño la canción más bella que la humanidad podría cantar a su Padre una canción de amor, en la voz de una talentosa niña. La letra se las copio a continuación:
Les acompaño la canción más bella que la humanidad podría cantar a su Padre una canción de amor, en la voz de una talentosa niña. La letra se las copio a continuación:
O mio babbino caro,
mi
piace è bello, bello;
vo'andare in Porta Rossa
a comperar l'anello!
Sì, sì, ci voglio andare!
e se l'amassi indarno,
andrei sul Ponte Vecchio,
ma per buttarmi in Arno!
Mi struggo e mi tormento!
O Dio, vorrei morir!
Babbo, pietà, pietà!
vo'andare in Porta Rossa
a comperar l'anello!
Sì, sì, ci voglio andare!
e se l'amassi indarno,
andrei sul Ponte Vecchio,
ma per buttarmi in Arno!
Mi struggo e mi tormento!
O Dio, vorrei morir!
Babbo, pietà, pietà!
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