miércoles, 17 de agosto de 2011

El Diálogo 3ª. Parte: La Escucha de los Líderes Políticos:

Liderazgo político moderno

En la entrada anterior—El Diálogo 2da. Parte: Reconocimiento del Otro—mencioné la necesidad de dar prioridad a la escucha del otro con una actitud empática que en definitiva nos lleva a vestir sus zapatos.
El diálogo tiene, por otra parte, sus tiempos y su oportunidad, y requiere el manejo del contexto apropiado para ello, con la consideración de la emocionalidad y la actitud de ese otro con el que debemos interactuar.
Una escucha adecuada nos puede ayudar a recibir las alarmas y a ver las señales que nos indican que el diálogo no puede ser diferido o manipulado, puesto que las circunstancias pueden desbordarse de tal forma que la violencia y la irracionalidad se hagan cargo de todo.
Hice mención al diálogo desde la perspectiva del político, principalmente porque vivimos en una época en que se está produciendo una creciente desconfianza en el liderazgo político en todo el planeta. En este sentido me resulta muy acertado el análisis que realiza José Rafael Revenga en su blog acerca del tema “LOS LÍDERES MUNDIALES DEGRADADOS: de AAA a CC” ( acceder así: http://abra360.blogspot.com/ ).
En mi caso, me han llamado fuertemente la atención los recientes disturbios ocurridos en Inglaterra, los cuales se parecen mucho a los que ocurrieron en Los Ángeles, California, en 1992. En esta ocasión, el detonante fue la decisión judicial absolutoria de cuatro oficiales de la policía de esa ciudad, que habían sido filmados por un aficionado cuando golpeaban a Rodney King, quien estaba en el suelo sin hacer resistencia. Esto produjo protestas, pillaje, incendios y saqueos en el East Side de esa ciudad—zona principalmente habitada por personas de bajos recursos económicos—con un estimado aproximado de 50 muertos.
Sin ir tan lejos en el tiempo, el suceso que dio origen a las protestas en Túnez fue protagonizado por un vendedor ambulante que se prendió fuego con gasolina frente a la alcaldía de la ciudad, en protesta por una actuación policial que terminó con la destrucción de su puesto de venta y la mercancía que este joven comerciaba.
Ahora, en el barrio de Tottenham de la ciudad de Londres, es el fulminante la muerte de un manifestante por el disparo de un policía. En este caso, surgieron “pruebas” que contradijeron la versión oficial de que la víctima estaba armada, y esto llevó también al saqueo e incendio de edificaciones en una zona en la que habitan mayoritariamente inmigrantes de bajos recursos económicos.
El parecido de los tres casos en muy grande: 1.- Sucedieron en zonas de personas de bajos recursos económicos y con graves problemas sociales; 2.- Hubo una actuación de la autoridad que fue considerada por esas colectividades como un atropello grave e injusto; 3.- La difusión reiterada de todos los acontecimientos a través de medios comunicación masiva, en el primer caso por la televisión y en los demás por los medios más modernos de la internet, los celulares, las redes sociales, etc; y,  4.- La inexistente escucha y actuación preventiva de las autoridades.
Lo que estoy señalando no tiene como objetivo justificar la actuación de esas colectividades, de una manera desproporcionada y desbocada, frente a una actuación de las autoridades considerada injusta.
En estas circunstancias, si bien existe un colectivo que protesta frente a una posible injusticia, las bandas de delincuentes aprovechan, al desbordarse la situación, para apropiarse de todo lo ajeno y desatar todos sus instintos salvajes, para destruir mayormente propiedades de personas inocentes de los hechos que provocaron la protesta. Cuando se verifica los hechos, resulta que los sitios más saqueados son las licorerías, las ventas de equipos eléctricos y electrónicos, los supermercados, etc., con lo cual queda la protesta calificada como acto de vandalismo o delictivo.
Esto no excusa al liderazgo político en el poder, porque si bien la protesta resultó en una destrucción injustificada en contra de la misma colectividad pobre que la inició, el detonante debe ser atribuido a la actuación de la policía, y no tanto por el exceso policial, que en muchos casos se puede dar por lo intenso de las circunstancias, sino por el mal manejo de la información y la falta de una diligente investigación de los hechos.
 Prime Minister with a very
 hot potato in his hand
David Cameron dio una respuesta represiva contundente para detener y controlar los disturbios; las personas que fueron apresadas están siendo procesadas por la justicia, con una severidad que ya algunos califican de exagerada e injusta, y lo último ha sido organizar el apoyo a las personas que resultaron afectadas por los saqueos y la destrucción de sus propiedades.
Esto prende una alarma, porque si la actuación del sistema judicial se percibe también como injusta, puede esto dar origen a mayores protestas y, si el liderazgo político no asume su responsabilidad y no ofrece una adecuada respuesta al tema de la actuación policial que dio origen a la protesta, puede reforzarse la percepción de que la justicia no castiga a los poderosos. Esto puede llevar a que un asunto vinculado a una grave situación económica pueda convertirse en un gravísimo problema de orden público, que afectaría la legitimidad de las instituciones de ese país.
Algunos señalan que uno de los factores que observan en este caso es la carencia de canales formales de representación política de estas comunidades de inmigrantes en la Gran Bretaña, lo cual exigiría de la dirigencia política la apertura de canales de comunicación con estas colectividades que, imagino, se encuentran más afectadas que otras con la grave crisis económica y de empleo que sufre ese país.
Hay que estar atentos, porque los movimientos en búsqueda de una mayor democratización en los países del norte de África están impulsando protestas similares en toda Europa, alimentadas además por una grave situación económica, por la ausencia de un liderazgo europeo que dé explicaciones y marque un rumbo seguro hacia el futuro y que, además, está enfrascado antes en la diatriba política que en la solución de los severos problemas de su electorado. 
Lo que he señalado califica al diálogo, no como una simple elección, sino como una responsabilidad personal, social y política ineludible. De lo contrario, podríamos estar abriendo la puerta para la violencia.


Posteriormente a esta publicación apareció el 21 de agosto en el Blog de José Rafael Revenga una entrada acerca de los sucesos en Londres denominada " LONDRES EN LLAMAS ¿POR QUÉ? ( http://abra360.blogspot.com/2011/08/londres-en-llamas-por-que-f.html ) en la que da su explicación a los disturbios de los que hemos hablado. Señala un aspecto muy importante y es el anuncio del Primer Ministro Davis Cameron en el sentido de que intervendría o bloquearía las redes sociales porque a través de éllas se organizaron las protestas. En una oportunidad escuché de un comunicador social quien sostenía, que en cuanto a la información, no existe el llamado "vacío comunicacional" puesto que la ausencia de información relevante para una determinada comunidad es suplida por cualquier tipo de información, real, exagerada, falseada, chismes y rumores. Por esto hemos señalado que uno de los elementos que contribuyen de manera determinante para que se produzcan este tipo de protestas, está basado en el manejo comunicacional y en el caso señalado el pésimo manejo por parte de las autoridades de Londres al señalar que la muerte del manifestante ocurrió por un intercambio de disparos, cuando posteriormente surgió información en la que se señalaba que la víctima no estaba armada. Una información veraz y transparente habría evitado la respuesta revanchista de los manifestantes. La falta de congruencia de este liderazgo que protestó cuando en Egipto se bloquearon las comunicaciones por internet, calificando este acto como una violación a la libertad de expresión y de información de los ciudadanos de ese país, ahora justifica esa acción en el propio, equiparándose en su actuación  a las "momias del desierto". Por último, Revenga recomienda que el gobierno británico debe actuar a través de las organizaciones sociales y comunitarias para evitar que este tipo de situaciones se repita. Estas organizaciones puede intermediar por esas colectividades y actuar como sus voceros. Con una escucha a estos grupos puede el gobierno anticiparse a los acontecimientos y dar oportuna respuestas a los problemas más serios de esas colectividades.