Una sociedad más democrática y participativa |
El mundo de hoy está evolucionando hacia
nuevos paradigmas que den una respuesta a la realidad actual y sirvan para
enfrentar retos futuros. Esta tendencia se está viendo con mucha fuerza en el
mundo político, y forma parte del proceso de evolución de sistemas más
autoritarios y centralizados a democracias participativas (reales, no
declaradas) y con una mayor redistribución del poder.
Este cambio está afectando las visiones
autocráticas del ejercicio del poder político y a cualquier otra institución o
instancia de actuación de las sociedades.
Un bozal sin la arepa. |
En cuanto al mundo político, las
autocracias siguen sosteniéndose con el apoyo de un sistema de control
represivo, el cual resulta muy débil frente a una voluntad ciudadana de
libertad y participación; además, para mantenerse ejercen una hegemonía
comunicacional para determinar los contenidos que son accesibles a los ciudadanos;
se apoyan en una maquinaria publicitaria poderosa y una política educacional de
estímulo al analfabetismo tradicional o funcional, o buscan sustituir la
educación por la formación ideológica. En otros niveles se maneja mediante la
supresión de la discusión intelectual, con un manejo vertical, subordinado de
forma absoluta y rígido de la sociedad, colectividad u organización. Otros usan
formas de alienación mediante la creación de una dependencia total de los
ciudadanos para su sustento, de un empleo o dádiva del Estado (Planes
Sociales), conocido en Venezuela como “bozal de arepa”. * (El régimen controla
a la gente porque su alimento depende de su lealtad al mismo, pero si se acaba
el alimento el bozal sigue amarrado al hocico). Todo esto sin contar con los
extremistas que usan, aún hoy, el genocidio y otras formas inhumanas de control
de las sociedades.
Lingua bifurcata de ayer que inspira a los autócratas de hoy (*2) |
Estos medios tienen una efectividad
relativa y, en relación con la propaganda, el gran inspirador de los autócratas
modernos, Joseph Goebbels, decía ya en sus inicios como político, delante de simpatizantes
del partido Nazi, lo siguiente: “El nacional socialismo no es nada sin la
propaganda, pero la propaganda no tendrá efecto sin el éxito del nacional
socialismo”. Con esto advierte a los autócratas que, si no se logra el
bienestar del pueblo, la mentira contenida en la propaganda se hace
inevitablemente patente para todos.
La lista de la discriminación y persecución |
Esto implica, para bien o para mal, que
la sustentabilidad de un régimen, a largo plazo, depende de su capacidad de
generar bienestar en un grupo significativo de la población. Lo que me angustia
de esto es que en algunos casos se apoya a un régimen a pesar de las graves
violaciones a derechos humanos, persecuciones políticas y toda clase de abusos
por el bienestar que la sociedad recibe y esto explica la duración de regímenes
como el Nazi en Alemania. Hoy en América Latina se usa como instrumento, para
compra voluntades políticas, los programas sociales, los cuales también se usan
como forma de represalia política al excluir de los mismos a los que se
identifican como enemigos del régimen. (En Venezuela, el gobierno tiene la
lista de las personas que firmaron solicitando la realización de un referéndum
revocatorio del actual Presidente, y es usada incluso para impedir el acceso de
personas a algunos organismos del estado y como instrumento de discriminación
para la obtención de un empleo público o como causa de despido).
Con cara de bobo pero más peligroso que Idi Amín |
Mis preguntas a los que apoyan a uno de estos regímenes violadores de derechos humanos son las siguientes: ¿Cuándo el régimen
atropella, encarcela, exilia, discrimina a una persona, no te la imaginas como
si fuera tu hijo, hermano, padre, amigo o a ti mismo? ¿Tu silencio no te hace cómplice?
¿Cuánto vale tu conciencia, un salario, una vivienda, un contrato?
A pesar de todas estas argucias, en este mundo de modernas,
independientes e incontrolables formas de comunicación, las mentiras no solo
tienen patas cortas sino que nada puede ser ocultado por mucho tiempo.
¿Qué está cambiando en el fondo?
Nicolás Maquiavelo |
Cuando en mis años universitarios leí El
Príncipe de Maquiavelo, me hice una opinión distinta de su persona de lo que la
mayoría de la gente expresaba de él. Yo lo vi como un cronista de la realidad,
no como un malévolo consejero político que pretendía enseñarlos a ser efectivos
mediante un pragmatismo diabólico. Él contó muchos casos de líderes que fueron
exitosos o no según las tácticas o prácticas que aplicaban en su ejercicio del
poder. Esto para mí quedó claro cuando el relató el caso del que denominó “Príncipe
del Odio”, quien logra el poder a través de una conspiración en contra del
gobernante de turno y lo depone cuando logra sembrar suficiente odio en esa
colectividad. Para sostenerse requiere identificar enemigos en la sociedad y
seguir alimentando odios en contra de estas personas o grupos, desviando la
atención de cualquier otra reivindicación o aspiración de esa sociedad, porque
el único objetivo es destruir al enemigo. El autor señala que, al lograr su
cometido, ha sembrado tanto odio que si ha logrado destruir a todos los que
podían adversarlo, termina solo en el poder sin más nadie a quien odiar y este
odio termina volcándose sobre él y lo destruye.
Lo que no vio Maquiavelo es que en el
siglo XX y lo que va del XXI iban a existir unos autócratas que, ante la
falta de enemigos reales, los pueden inventar o pueden crear conspiraciones
ficticias, o complots para asesinarlos y que les permiten hacer limpias o
purgas regulares de adversarios e incluso de allegados (suelen caer incluso los
aduladores más comprometidos), sólo por el hecho de haber brillado en
alguna oportunidad y por tanto producido una sombra sobre la imagen divina o
casi divina del líder. (El libro de Elías Pino Iturrieta, El Divino Bolívar,
ilustra muy bien este comportamiento, que fue practicado de manera muy intensa
por Stalin, quien hizo purgas en la Unión Soviética que se estima superaron los
seis millones de asesinados por esta causa). Cuando tenemos a este tipo de
personajes los identificamos por su soberbia y por el tipo de colaboradores que
lo acompañan, la mayoría incompetentes a extremos delictivos, con grandes
habilidades para la adulación, personas muy inteligentes que manejan el
cinismo con maestría y algunas personalidades psicópatas que comparten una
misma visión.
La culpa de que el paradigma de una gran
cantidad de políticos haya sido que "el fin justifica los medios”, no
puede atribuírsele a Maquiavelo sino a quién lo acogió como fundamento de su
acción política. Esto no excluye a otros sectores de la sociedad que, también
en muchos casos, han regido sus actuaciones con base en este paradigma:
empresarios, sindicalistas, profesionales, comerciantes, religiosos, etc.
Esto es lo que he dado en llamar el
paradigma del “qué” y se refiere a que el actuar esté orientado a un objetivo
que se estima necesario lograr exclusivamente por encima de otra consideración.
No estoy diciendo que las personas no
deben tener definidos sus objetivos en esta vida; lo que señalo es que el
objetivo no puede buscarse con prescindencia de un cómo, que refiere, entre otras
cosas, a unos valores o principios éticos y morales que los sustenten. Los
motivos, a mi juicio, deben ser nobles.
Ya la mayoría de las religiones, desde
tiempos inmemoriales, han sostenido la tesis contraria y han predicado que lo
más importante es cómo se actúa, tanto que la salvación depende de ello.
Pero el tema ético no es el único. El
cómo adquiere más importancia día con día, y la forma de verlo más fácil es en
relación con una empresa.
"Platanazo" inmoral |
Con todos estos problemas financieros que
se han suscitado recientemente, comenzando por el caso Enron y luego con las
demás quiebras de bancos y empresas de especulación bursátil, se hace
indispensable a los empresarios mostrar y demostrar los valores que los guían a
fin de conservar la confianza de sus accionistas, proveedores, poblaciones de
su entorno, clientes y consumidores. Es decir, actuar como la reina que no sólo
debe ser honesta sino parecerlo. (Yo prefiero el dicho al revés).
Pero ahora resulta de gran importancia
garantizar a los trabajadores excelentes condiciones de seguridad y salud en el
trabajo y un ambiente laboral adecuado.
También, en la onda de la sustentabilidad,
debe preservarse el ambiente, que incluye la preservación de los ecosistemas,
la diversidad biológica, los recursos hídricos, la calidad del aire y los
recursos naturales para garantizar que las futuras generaciones puedan
disfrutar de una existencia con bienestar.
Debe darse una responsabilidad social que
permita que las comunidades con las que se vincula estrechamente la empresa se
beneficien de su existencia, más allá de la provisión de fuentes de empleo, como
promotora de bienestar y desarrollo y, más aún, cuando esas colectividades
tienen mayor participación en las decisiones que conciernen a su entorno, entre
ellas la permanencia de la empresa.
Debe haber un manejo eficiente de
recursos y costos que no sólo haga a las empresas eficaces (logren el qué),
sino que sean más eficientes para garantizar su sustentabilidad económica en el
tiempo, ante una realidad indetenible de globalización y desdibujamiento de las
fronteras y de la desaparición paulatina de las soberanías de los Estados.
Por último, una mejora continua en
sus prácticas operacionales para garantizar a sus consumidores y clientes mejor
calidad de sus productos y servicios.
Esto requiere que la empresa, en sintonía con su entorno, comprometida con la excelencia y el cumplimiento estricto de las normativas laborales y ambientales, con responsabilidad social, con un estructura aplanada, en la que se acerquen los niveles directivos a los de ejecución, esté conformada por personas capacitadas y con una avidez de aprendizaje continuo que superen el dogma del Gerente-Capataz, abierta al diálogo y en intercambio intelectual y con un código de ética compartido, que no sea un código de estética (sólo para aparentar), entre otras cosas.
Esto requiere que la empresa, en sintonía con su entorno, comprometida con la excelencia y el cumplimiento estricto de las normativas laborales y ambientales, con responsabilidad social, con un estructura aplanada, en la que se acerquen los niveles directivos a los de ejecución, esté conformada por personas capacitadas y con una avidez de aprendizaje continuo que superen el dogma del Gerente-Capataz, abierta al diálogo y en intercambio intelectual y con un código de ética compartido, que no sea un código de estética (sólo para aparentar), entre otras cosas.
Zonas Afectadas por la radiación de Cernobyl |
Estas orientaciones. que están vinculadas a las empresas, también son exigibles a los Estados y más aún cuando la contaminación no se circunscribe a fronteras nacionales, porque el agua que bebemos y el aire que respiramos no tienen nacionalidad ni respetan fronteras, y los hechos ocurridos en un país pueden afectar a los otros (como la destrucción del reactor en Chernobyl).
Cada vez más, estas buenas conductas se han convertido en obligaciones legales y forman parte de acuerdos internacionales de obligatorio cumplimiento para los Estados y sus ciudadanos, así como su incumplimiento sancionado con sanciones civiles, administrativas y penales cada vez más severas, las que pueden llevar al cierre definitivo de las empresas que incumplan con esas normativas.
Cuidemos nuestro hogar. |
Estas obligaciones, cada vez más, se están desplazando hacia las colectividades, las organizaciones sociales y políticas y, ahora, también los ciudadanos tienen la obligación de preservar el agua y la energía, colaborar en el reciclaje de desperdicios y asimismo a actuar con un sentido ético en beneficio de la sociedad.
Por esto es que en el siglo XXI no es suficiente vivir con el “qué” como paradigma, porque si desatendemos el “cómo” estamos poniendo en riesgo la sustentabilidad de la raza humana en un futuro cada vez más cercano. (*) Pan de masa de maíz blanco muy común en Venezuela y Colombia.
(*2) Lengua bifurcada o con dos puntas o en forma de horquilla, característica propia de la lengua de las serpientes y otros reptiles.
Yoly Castro dijo...
ResponderEliminarGracias Gonzalo por compartir tu punto de vista!!!
Soy de las que considera al igual que tú, que el mundo actual cada vez más se plantea el cómo, como una manera de ser Ético y socialmente responsable, no basta el que.... ya eso quedo como un paradigma corto; las comunidades , los usuarios, las personas en general se orientan más por el cómo se obtienen los objetivos y la manera en que esos resultados empresariales y organizacionales se obtienen ...pues los métodos usados pueden tener procedencia poco ética, con atropello a los derechos Humanos, e inclusive pasando por encima el desarrollo sustentable del planeta.
Un abrazo Yoly Castro